GÉNEROS
LITERARIOS (2)
Tomando
como ejemplo mi poema Caminante
____________________________________________________________________________________
POESÍA
De
tanto andar, caminante,
tienes
ya los pies de tierra,
de
tierra tienes las manos
y
hasta los ojos de tierra.
Te
crecen cardos en flor
en
las besanas del alma,
abrojos
en los linderos
y
en los senderos retama.
De
besana, linde y senda
tienes,
caminante, el alma
__________________________________________________________________________________
PROSA
Se
te han endurecido los ojos, caminante, de otear cumbres rocosas; se
te han aterronado las manos de palpar cárcavas y desfiladeros, y tus
pies, mineralizados, comulgan con los cantos rodados de barranqueras
sin nombre. Tus pensamientos, de flor de cardo, se desgarran entre
abrojos. Abre besana, amigo, y procura que en las lindes, crecidas
de zarzamoras, no se te hiera el alma. Abre besana.
____________________________________________________________________________________
TEATRO
Escenario: Una
luna colgada del techo. Al fondo, como único decorado, un panel negro, donde serpea un camino que se pierde en la noche.
Los focos inciden sobre la luna y el camino, dejando al actor en penumbra.
El caminante, bastón y mochila, con aspecto cansado, monologa:
--De tanto mirar al horizonte tengo ya los ojos como canicas de barro, y las manos como lascas de pedernal. Si me quedo quieto un rato, mis pies echarán raíces
Una voz en off, canta:
Cardos en flor te han crecido
en los límites del alma.
Quédate quieto en la linde,
pon tu corazón en calma.
El caminante trata de andar y no puede. Alguien pone en sus ramas dos ramas florecidas. De espaldas a los espectadores, los brazos extendidos en cruz, habla quedo, deletreando casi:
--Savia mi sangre, clorofila mi aliento. Al fin, acabaré siendo lo que siempre he amado: camino y árbol.
____________________________________________________________________________________
ENSAYO
No es del todo cierto que, como dice Machado, se haga camino al andar: Si se camina por superficies rocosas los pies no dejan huellas. Tampoco los pies se convierten en tierra por mucho que se camine, aunque sea descalzo, por los barbechos labrados y blandos. Son exageraciones de poetas Y es de suponer que los ojos están para ver y no para jugar con ellos a canicas.
Los cardos ni secos ni en flor crecen en el alma. En el alma, si acaso crece algo, son pasiones en racimo.
La retama queda para las lindes, y los senderos para el burro o el tractor.
Supongo que estará conmigo, querido lector, cuando digo que gracias a nosotros, los ensayistas, y si acaso a ciertos historiadores serios, el mundo no queda a merced de poetas locos, cuentistas y novelistas de poco fiar. No los leas.
18 de Octubre de 2009
Taller literario
Fernando Garrido Redondo
No hay comentarios:
Publicar un comentario